En Caracas, una ciudad marcada por el tráfico, el ruido y la prisa, todavía existen rincones donde el concreto cede paso al verde. Son parques y jardines que, más allá de ser lugares de paseo, cumplen una función vital: refrescar el aire, mitigar el calor urbano y brindar a los caraqueños espacios de encuentro, recreación y pausa.

Este seriado fotográfico recorre cuatro de esos oasis que hoy forman parte esencial del bienestar de la ciudad.

Parque Ezequiel Zamora (El Calvario)

Inaugurado en 1873 bajo el mandato de Antonio Guzmán Blanco, El Calvario nació como un jardín botánico en la colina del mismo nombre. Sus senderos y escalinatas ofrecen vistas privilegiadas de Caracas, mientras sus árboles cumplen una tarea silenciosa: ayudar a contrarrestar la contaminación del centro de la ciuda

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