SAN JOAQUÍN, México (AP) — Un taladro resuena a través de estrechos túneles en lo profundo de la montaña, donde el minero Hugo Flores perfora la roca en busca de uno de los elementos más tóxicos de la Tierra.

Enterrado en franjas rojas de minerales, iluminadas por la linterna que lleva en su casco, se encuentra el mercurio.

Aquí, en las montañas cubiertas de pinos conocidas como la Sierra Gorda, una de las áreas con mayor biodiversidad de México, tiene lugar un “bum del mercurio”.

Los precios internacionales del oro están al alza, lo que ha impulsado el precio del mercurio, un metal tóxico clave en la minería ilegal de oro, hasta alcanzar máximos históricos. Aunque la demanda desencadena una fiebre minera en el centro de México, que da sustento a miles de mineros y sus familias, también

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