Orem, Utah.- El viernes, Kash Patel, director del FBI, calificó de “histórica” la detención del hombre acusado de asesinar al activista Charlie Kirk: un triunfo por la vía rápida de las fuerzas del orden que demostraba la eficacia de la iniciativa del gobierno de Donald Trump de “dejar que los buenos policías sean policías.“
La realidad fue más complicada.
Aunque el gobierno federal, encabezado por el FBI, incrementó el personal investigador y su capacidad tecnológica —drones de alta tecnología, expertos en huellas dactilares, analistas de video, equipos de procesamiento de pruebas—, la búsqueda del asesino de Kirk terminó de la forma mundana en que terminan muchas persecuciones. Alguien dio un aviso a las fuerzas de seguridad locales e identificó al sospechoso, Tyler Robinson, un hombre