
La tensión entre Marta Peñate y Oriana Marzoli , dos de las participantes de Supervivientes All Stars 2 , ha vuelto a alcanzar niveles insostenibles durante el debate dominical del programa. La presentadora Sandra Barneda tuvo que intervenir para intentar calmar la situación, que terminó con una de las colaboradoras abandonando el plató en directo.
La discusión comenzó cuando Oriana, con un fuerte deseo de que Tony Spina fuera el siguiente expulsado de la isla, expresó su opinión sobre la nominación, en la que también figura Adara Molinero , Elena Rodríguez e Iván González . Esta intervención desató la ira de su novia, Marta Peñate, que también se encontraba en el estudio. Las reproches y ataques mutuos entre ambas subieron de tono, lo que resultó en una acalorada disputa en la que Peñate no pudo contener las lágrimas.
La ganadora de Supervivientes All Stars 1 no pudo soportar los comentarios de Oriana, quien se burlaba de su evidente tristeza al ver el sufrimiento de su pareja en el concurso. Al punto de que Peñate, visiblemente afectada, pidió permiso al equipo de producción para abandonar el plató. Sin embargo, la situación no se calmó. Mientras Sandra Barneda conectaba con los concursantes en Honduras, Peñate permaneció tras las cámaras, intentando calmarse y bebiendo agua.
Oriana, por su parte, calificó el comportamiento de Peñate como un "espectáculo", r estando importancia a las lágrimas de su compañera . Este enfrentamiento entre las dos, que ha ido escalando desde ediciones anteriores del programa, dejó en evidencia las profundas diferencias entre ellas, alimentadas no solo por la rivalidad profesional, sino también por su relación con el concursante Tony Spina.
Este episodio no es el primero de una larga serie de tensiones entre las dos colaboradoras, y la situación podría empeorar a medida que avance la edición. La diferencia de opiniones, especialmente sobre los concursantes a apoyar, mantiene viva la fricción entre ellas, como ocurrió cuando Oriana defendió con vehemencia a Miri Pérez-Cabrero , mientras que Marta no dudó en mostrar su desacuerdo. La noche estuvo llena de comentarios incendiarios que hicieron que la discusión alcanzara niveles casi incontrolables, poniendo a Sandra Barneda bajo presión para mantener el orden del debate.