No la he visto muy destacada ni muy comentada, no parece que tuviera mucho eco en las tertulias ni entre sus propios fieles, quizá quedó perdida en la euforia de himnos y zalamerías de aquel Cónclave del PP en julio, pero yo tengo subrayada la frase de Feijóo: «Yo no soy ni seré como Sánchez. Pero además quiero un partido que tampoco me lo consienta. No me lo consintáis: si hago lo que él hace, echadme del partido». Hombre, cantar en un karaoke «Mi limón, mi limonero» no parece razón suficiente para echarle, por mucho que desafine. Y, sobre todo, eso no es algo que haga el Apolo de la Moncloa ni en la intimidad, según me han confirmado fuentes y chorros monclovitas. Está tan entregado a jalear a los manifestantes propalestinos a la izquierda de su izquierda que apenas le queda tiempo de

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