Conductores y automovilistas que cruzaron las rutas de Estados Unidos durante los años noventa desconocían que, tras los faros de un camión, viajaba el responsable de una oleada de asesinatos . Aunque las investigaciones tardaron años en conectar los casos, Keith Jesperson utilizó el anonimato de la autopista y el silencio de la madrugada para dejar tras de sí una secuencia de crímenes cuya autoría sólo reveló con símbolos sonrientes y un juego con la prensa, según reconstruyó The Oregonian .

Una infancia marcada por la violencia familiar y el aislamiento

Keith Hunter Jesperson nació el 6 de abril de 1955 en Chilliwack, Canadá . Criado en un entorno de maltratos y rigidez, fue el segundo de cinco hermanos bajo la autoridad de un padre alcohólico y violento, describe The Ne

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