La madrugada del 16 de septiembre de 1810, en un pequeño poblado de Guanajuato llamado Dolores, un sacerdote decidió que no había marcha atrás. Miguel Hidalgo y Costilla, acompañado de un grupo de conspiradores y campesinos armados con palos, piedras y herramientas de campo, lanzó un llamado que cambiaría para siempre el destino de la Nueva España, el conocido Grito de Dolores. Con él nació el movimiento de Independencia de México cuyo eco aún resuena más de dos siglos después.

La conspiración no surgió de la noche a la mañana. Durante meses un grupo de criollos ilustrados, entre ellos Ignacio Allende, Juan Aldama, Josefa Ortiz de Domínguez y su esposo, el corregidor Miguel Domínguez, planearon una insurrección contra el dominio español. Las ideas de libertad y soberanía ya circulaban gra

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