Las playas son espacios de ocio con riesgos que a menudo pasan desapercibidos, con corrientes de retorno, olas de resaca y rompientes a pie de orilla que pueden derribar en segundos.

Los cambios bruscos de profundidad y el frío del agua provocan calambres; las rocas, las medusas, el sol y la deshidratación suman peligros, y el baño sin vigilancia tras comer copiosamente o beber alcohol multiplica el riesgo.

En destinos con gran afluencia de playas abrigadas por diques , la falsa sensación de seguridad, con aguas aparentemente “ mansas ”, favorece descuidos, sobre todo en mayores y visitantes que desconocen la costa.

Por eso sorprende que, en el periodo 2016–2025, pese a su imagen de aguas tranquilas y a contar con servicio de socorrismo, la playa con más muertes de Teneri

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