Un estudio publicado esta semana en The Lancet acaba de documentar el caso de infección por COVID-19 más extenso que se conozca hasta el momento: un hombre de 41 años convivió con el SARS-CoV-2 durante más de dos años consecutivos.
La investigación no solo establece un nuevo récord, también ofrece pistas clave sobre la forma en que el virus puede transformarse dentro de un organismo inmunodeprimido y generar mutaciones similares a las que impulsaron la aparición de variantes como ómicron.
El paciente, que vivía con VIH -1 avanzado, desarrolló una infección aguda por COVID-19 que se mantuvo activa durante 776 días , una cifra nunca antes documentada.
Durante ese tiempo atravesó cinco hospitalizaciones , con síntomas respiratorios persistentes, dolor de cabeza, dolo