Barcelona Antes de separarse, Raúl (nombre ficticio para mantenerlo en el anonimato) veía mucho potencial en las aplicaciones de citas y tenía ganas de probarlo. Una vez que ha tenido la oportunidad, no las ha utilizado y está "lejos" de hacerlo. Quiere no pasar tantas horas frente al móvil y adentrarse en este mundo va, precisamente, hacia la otra dirección. Pero la verdad es que no las ha echado de menos. "He conocido a gente que me ha interesado y gente a la que he interesado", afirma cuando explica cómo ha gestionado esta nueva situación. Confiesa, también, que poderlo experimentar le ha resultado una "motivación sana y buena".
Más allá de Tinder: atar después de separarse

33