Con la muerte de Robert Redford a los 89 años de edad, Hollywood pierde a una de las figuras más influyentes en la historia del cine estadounidense. El actor falleció en su hogar en Utah, el mismo lugar donde levantó el proyecto cultural que lo convirtió en referente de la independencia creativa en el séptimo arte. Su carrera no solo estuvo definida por los papeles que lo consolidaron como una estrella de rostro inconfundible. También por la capacidad de reinventarse como director y promotor de nuevos talentos.
Además de un actor brillante, Redford fue un artista que supo usar la fama para abrir caminos distintos, algo que pocos en su posición han logrado. Pero antes de ser director y fundador de un festival que marcaría generaciones, Redford fue una estrella de la pantalla grande co