El pasado 10 de septiembre se cumplió un año de la muerte del doctor Francisco Lopera, el científico que dedicó gran parte de su vida a desentrañar los secretos del Alzhéimer partiendo de las particularidades de la enfermedad en las familias antioqueñas para acercarse a tratamientos más efectivos y a posibles curas de la devastadora enfermedad.
Tras su muerte, uno de los grandes interrogantes que se plantearon fue el futuro del Grupo de Neurociencias, pues Lopera no solo lo fundó sino que lo dirigió durante 40 años y fue su principal gestor tanto en Colombia como a nivel internacional. La relación de Lopera con las familias integrantes del proyecto, en su mayoría del Norte de Antioquia, trascendía lo meramente doctor-paciente, y se convirtió en un vínculo tan fuerte que permitió mantener