El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido diagnosticado con cáncer de piel tras una serie de exámenes médicos realizados el 14 de septiembre en el hospital DF Star de Brasilia. Los médicos encontraron dos lesiones cutáneas que presentan carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer considerado de riesgo intermedio.

Bolsonaro, de 70 años, fue ingresado en el hospital después de experimentar vómitos, mareos, baja presión arterial y anemia persistente. Su estado de salud ha sido motivo de preocupación, especialmente tras su condena a 27 años y 3 meses de prisión por su implicación en un intento de golpe de Estado.

El oncólogo Cláudio Birolini, quien lidera el equipo médico, indicó que el exmandatario necesitará seguimiento clínico y reevaluaciones periódicas para monitorear la evolución de la enfermedad. A pesar de que el diagnóstico no corresponde a la variante más agresiva del cáncer, el doctor advirtió que puede haber complicaciones si no se trata adecuadamente.

Bolsonaro fue dado de alta tras mostrar una "mejoría parcial" después de recibir tratamiento y rehidratación. Sin embargo, los exámenes revelaron que aún presenta anemia y alteraciones en la función renal. Una resonancia magnética descartó daños neurológicos tras los episodios de mareo.

El ex presidente ha estado bajo arresto domiciliario desde el 4 de agosto, y sus aliados han argumentado que su estado de salud justifica que continúe en este régimen, temiendo complicaciones si es trasladado a una prisión. Su hijo mayor, Flávio Bolsonaro, expresó en redes sociales que su padre ha enfrentado batallas más difíciles y que esta no será diferente.

La situación de Bolsonaro se complica aún más debido a su reciente condena, donde se le acusó de liderar un intento de desmantelar el Poder Judicial y perpetuarse en el poder. Otros siete exministros y antiguos mandos militares también fueron condenados por su participación en el complot.

Desde 2018, Bolsonaro ha enfrentado múltiples problemas de salud, comenzando con un ataque con arma blanca durante su campaña electoral. Su historial médico ha sido un tema recurrente en su vida política y judicial.