El 18 de septiembre de 2003 , la Policía Nacional de Málaga detiene a Tony King, un hombre de nacionalidad británica con antecedentes afincado en la Costa del Sol, como sospechoso de los asesinatos de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof, crímenes por los que posteriormente fue condenado.
Las fuerzas de seguridad sospecharon del británico gracias al testimonio de Cecilia Pantoja, su exmujer, que se puso en contacto con las autoridades españolas para confesar que Tony King había llegado a su casa con arañazos y sangre en su ropa la noche de la desaparición de Sonia Carabantes en Coín (Málaga) el 14 de agosto de 2003 .
La relación con ambos crímenes la determina el ADN que se encuentra bajo las uñas de Sonia Carabantes, cuya coincidencia era de un 99,99% al de la colilla de cigarro que