Washington La capitalización por parte de Donald Trump del asesinato de la activista de extrema derecha Charlie Kirk apuntaba en esa dirección. Pero nadie preveía que, en cuestión de una semana, se precipitaría así. El presidente vuelve a demostrar la rapidez fulminante con la que localiza las fallas del sistema democrático y las explota para resquebrajarlo aún más. Este miércoles por la noche, Trump ha anunciado que declarará el movimiento antifascista Antifa como organización terrorista. La catalogación recuerda la oscura etapa del maccarthismo, en el mejor de los casos. En el peor, encauza a la sociedad estadounidense hacia un clima asfixiante que cada vez recuerda más a los regímenes autoritarios.
Donald Trump anuncia que declarará el movimiento antifascista como organización terrorista

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