El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, ha declarado que Gaza podría ser una "mina de oro inmobiliaria". En una conferencia inmobiliaria en Tel Aviv, afirmó que su Gobierno está en conversaciones con la Administración de Donald Trump para dividir las ganancias de un plan de negocios relacionado con la Franja de Gaza. Smotrich destacó que "hemos pagado mucho dinero por esta guerra" y que es necesario establecer cómo se repartirán los terrenos en porcentajes.

Las declaraciones de Smotrich se producen en un contexto de intensos bombardeos en Gaza, que han dejado más de 65.000 muertos en menos de dos años. El ministro mencionó que la fase de demolición ya ha sido completada, lo que considera como el primer paso hacia la renovación urbana. "Ahora tenemos que construir. Es mucho más barato", añadió.

Sus comentarios coinciden con los del ministro de Defensa, Israel Katz, quien ha hablado de la "destrucción total de Ciudad de Gaza". La ofensiva israelí ha sido objeto de críticas internacionales, especialmente por el bloqueo a la entrega de ayuda humanitaria.

Smotrich también ha propuesto la reconstrucción de asentamientos judíos desmantelados en 2005 y ha mencionado la deportación forzada de los dos millones de habitantes de Gaza, a lo que se refiere como "emigración voluntaria". Sin embargo, esta medida ha sido calificada como un crimen de guerra, lo que ha llevado a la Corte Internacional de Justicia a investigar la situación en Gaza.

La ONU ha declarado recientemente que lo que ocurre en Gaza puede ser considerado genocidio. Smotrich ha manifestado en varias ocasiones que Gaza y Cisjordania deben ser "arrebatados para siempre" a los palestinos. Tras la victoria electoral de Trump, consideró que era el momento adecuado para imponer la soberanía israelí sobre Palestina.

En febrero, Trump había sugerido que Estados Unidos asumiría el control de Gaza para transformarla en un destino turístico, lo que implicaría la demolición de lo que queda en pie y la reubicación permanente de la población palestina. A pesar de la falta de detalles sobre cómo se llevaría a cabo este proyecto, se ha confirmado que cuenta con el apoyo de Netanyahu.

Un documento de la Administración Trump revelado en septiembre propone que Gaza quede bajo un régimen de fideicomiso administrado por Estados Unidos durante al menos diez años, con grandes proyectos económicos en mente, pero sin la participación de los palestinos. El primer ministro israelí ha sido invitado a la Casa Blanca tras su intervención en la Asamblea de la ONU, lo que sugiere que las negociaciones sobre el futuro de Gaza están en marcha.