Desde que tenía cuatro o cinco años, Tiziano Tomas Fachola supo que su mundo giraría en torno a las ruedas, motores y todo lo que compone un auto. Cuando era apenas un nene ya andaba en un pequeño cuatriciclo y, en su casa, los vehículos eran tema de conversación constante. “Mi papá compra y vende autos, siempre volvía con uno distinto”, cuenta. Cada vez que jugaba a la Play tenía que ser con juegos de carreras. Más tarde, comenzó a ir al autódromo para ver competencias de TC y pasaba horas tratando de entender cómo funcionaban los motores.
Hoy, con 19 años, trabaja como mecánico en una concesionaria de Peugeot y se prepara para estudiar ingeniería mecánica el año que viene. Pero ese camino empezó en un lugar bastante especial: la Escuela Taller del Autódromo Oscar y Juan Gálvez.
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