Después de transcurridas varias semanas desde la reunión en Bruselas entre los presidents Salvador Illa y Carles Puigdemont , el pasado 3 de septiembre, parece evidente que este encuentro no va a quedar como un hecho esporádico y sin mayor valor político. Illa ha recogido el guante de los problemas que afectan a los socialistas en España, que causan una inestabilidad parlamentaria importante en el Congreso, en buena medida por las posiciones de Junts per Catalunya, y acepta jugar un papel en el diálogo. Eso sí, señalando que será muy difícil llegar a algunos acuerdos en Catalunya y rebajando las expectativas sobre un diálogo entre diferentes . No es un cambio en el compás de la política, marcado por la inconstante mayoría del Govern, asentada en los 68 diputados que suman PSC, Esquer

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