El programa de Jimmy Kimmel , una de las personalidades televisivas más conocidas en Estados Unidos , ha sido cancelado de forma « indefinida » este miércoles después de que el presentador se riera de la muerte de Charlie kirk , asesinado el pasado 10 de septiembre en la universidad de Utah.

La decisión de rescindirlo ha sido de la cadena que emitía el programa, ABC , y el propietario de ésta última, Disney , uno de los gigantes audiovisuales a nivel mundial.

Durante la emisión de su programa, Kimmel abordó el asesinato de Kirk con un tono crítico hacia la estrategia política del movimiento MAGA ( Make America Great Again ), al afirmar que sus dirigentes estaban tratando de « blanquear » la imagen del autor del crimen, Tyler Robinson , para evitar que se le « relacionara » con sus círculos políticos.

El presentador también ironizó sobre la reacción pública de Donald Trump , cercano a Kirk y que expresó duelo por su muerte. Kimmel lo comparó con « el modo en que un niño de cuatro años llora por la muerte de su pez », acompañando la frase con imágenes de Trump asistiendo a actos sociales apenas horas después del asesinato.

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), presidida por cargos afines a la administración Trump, advirtió de que podría «retirar licencias»  a las cadenas que continuasen emitiendo el programa.

Ante la presión política y mediática, el conglomerado Disney , propietario de ABC , decidió retirar el espacio. La medida fue respaldada personalmente por el consejero delegado de Disney , Bob Iger , y por la copresidenta de Disney Entertainment , Dana Walden . Algunas cadenas afiliadas, como Nexstar , ya habían dejado de emitir el programa antes del anuncio oficial .

Trump celebra la cancelación

El presidente Donald Trump celebró en su red social, Truth, la cancelación calificándola como « buenas noticias » y agradeció a ABC « tener el coraje de tomar la decisión correcta ». Otros dirigentes republicanos coincidieron en que los comentarios de Kimmel habían «cruzado una línea».

Por su parte, líderes demócratas, activistas y organizaciones defensoras de la libertad de expresión denunciaron la cancelación como un « ataque a la libertad de prensa y a la sátira política », subrayando que la presión ejercida por el Gobierno y el regulador de medios abre la puerta a la censura.