La Unidad para las Víctimas coordinó con éxito el operativo de traslado del último grupo de la comunidad Emberá asentada en Bogotá, que permanecía en la UPI La Florida.
Cerca de 350 personas partieron la noche del jueves hacia Pueblo Rico, Risaralda, donde posteriormente se desplazaron hacia sus territorios ancestrales ubicados en zona rural de los departamentos del Chocó y Risaralda.
Con esta última fase del operativo, se logró trasladar un total de 1.401 indígenas Emberá, que habían llegado a Bogotá producto del desplazamiento forzado a causa del conflicto armado.
Del total de la población retornada, 744 llegaron al Alto Andágueda, 333 a Gito Dokabú, 259 a Unificado Chamí y 65 a otros territorios, donde continuarán recibiendo ayuda humanitaria como parte de la ruta interinstitucional