Los expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell han defendido en los juzgados que los informes de José María Enríquez Negreira -a quien el club azulgrana pagó más de siete millones de euros durante casi 17 años cuando era vicepresidente de los árbitros- respondían a servicios de "asesoramiento" y que esos análisis resultaban "útiles" para el club.
Ante la magistrada Alejandra Gil, que investiga esos pagos bajo sospecha entre 2001 y 2018, también han comparecido, igualmente como investigados, los exdirectivos azulgranas Albert Soler y Óscar Grau, así como el hijo de Negreira, Javier Enríquez.
Enríquez ha sorprendido a la instructora al asegurar, según fuentes jurídicas, que desconocía que su padre trabajaba para el Barça y que se enteró de este hecho a raíz de la in