En un instante trágico en Rockford, Illinois, EE UU , Savanah White, una madre de 28 años, y su hijo Malakye, de 7 años, experimentaron un accidente que rozó los límites de la supervivencia humana . Un vehículo rojo los embistió mientras cruzaban en un patinete eléctrico, proyectándolos violentamente contra el asfalto en un suceso que desafió toda expectativa médica. Las consecuencias del impacto fueron devastadoras: White sufrió fracturas múltiples, incluyendo 26 huesos faciales, una pelvis destrozada, un pulmón colapsado, dos ictus y un aneurisma que pusieron en riesgo su vida de manera inmediata.
Los médicos enfrentaron un escenario crítico donde las probabilidades de supervivencia parecían mínimas. White quedó clínicamente muerta durante un breve periodo, con parte de su cerebro