No hay nada más suave y esponjoso que una toalla nueva, recién comprada. Pero con el paso del tiempo, este elemento suele volverse áspero. Cada lavado, el uso de detergentes y suavizantes, e incluso la acumulación de cal, hacen que la fibra pierda su tacto original.

El resultado es una sensación poco agradable, como si en lugar de secar exfoliaran la piel.

Aunque pueda parecer que esto no tiene remedio, un experto en textil del hogar mostró un método sencillo que permite recuperar la suavidad incluso en toallas de más de diez años. Y lo mejor, alcanza con un ingrediente que la mayoría seguro tiene en su casa.

Por qué las toallas pierden suavidad

Según explican desde el sector textil, con cada lavado se acumulan restos de jabón, suavizante y óxido de calcio en las fibras de algodón. Est

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