Pese a que Donald Trump los anunció como una gran ofensiva contra el narcotráfico, para la organización Human Rights Watch, los ataques militares de Estados Unidos contra dos embarcaciones presuntamente utilizadas por personas vinculadas al trasiego de drogas, que según la administración republicana dejaron al menos 14 personas muertas, constituyen ejecuciones extrajudiciales ilegales.

Los ataques se producen en el marco de los esfuerzos de la Casa Blanca por ampliar sus atribuciones para atacar a los llamados “narcoterroristas”, lo que podría facilitar más violaciones de derechos humanos, según la ONG.

“Las autoridades estadounidenses no pueden matar de forma sumaria a personas a las que acusan de traficar con drogas”, afirmó Sarah Yager, directora de la oficina de Washington de Human

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