Octavio Oramas necesita perdonarse con su pasado, y el cuadro del arlequín que casi lleva a César Bravo a prisión lo único que hace es recordarle todo lo que ha pasado .

Mientras reflexionaba sobre su pasado, Mónica se ha presentado en el despacho de su actual marido para asegurarse de que todo está bien y para darle una nueva noticia : César Bravo está ya absuelto en la calle .

“Lo has hecho por mí, ¿ verdad ?”, ha preguntado la mujer, segura de la respuesta. “No podía permitir que siguiese removiendo las mierdas del pasado en los tribunales ”, ha respondido consternado antes de echarse una copa de whiskey .

Además, el rico empresario se ha lamentado de la suerte que ha tenido, dejando que una persona completamente extraña a él le haya destrozado la vida en

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