El pasado miércoles la Reserva Federal cumplió con lo previsto y anunció un recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés, un movimiento que el mercado ya daba por descontado. Lo que sí sorprendió fue el tono más prudente de Jerome Powell, que dejó abierta la puerta a nuevas bajadas, pero sin comprometerse del todo. El resultado inmediato se vio en los gráficos: el S&P 500 reaccionó con un pequeño salto al conocerse la decisión, pero las palabras del presidente de la Fed frenaron la euforia y devolvieron al índice a terreno plano. La sensación fue de “sí, pero no”, una mezcla de alivio porque el ciclo de flexibilización está en marcha, y de frustración porque Powell no regaló el entusiasmo que muchos operadores esperaban. Mientras tanto, Donald Trump ya tiene nueva munición para cri
Powell reconfigura el mapa de ganadores en Wall Street: sectores y valores que liderarán el rally
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