Donald Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, elogiaron el jueves la renovación de la "relación especial" entre sus naciones, cerrando la segunda visita de Estado sin precedentes del líder estadounidense con una muestra de unidad después de evitar posibles obstáculos.
En una cálida conferencia de prensa en la que los dos líderes pasaron por alto las diferencias sobre Gaza y la energía eólica para presentar un frente unido, Trump dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, lo había "decepcionado" y que estaba decepcionado de que otros países todavía estuvieran comprando petróleo ruso porque sólo un precio bajo del petróleo castigaría a Moscú.
Después de dos días de su visita de Estado a Gran Bretaña, que el líder estadounidense calificó de "exquisito honor", Trump se mostró