El amanecer encontró a Yankees en Baltimore. El avión aterrizó a las cinco de la mañana . El calendario no tuvo compasión. Unas horas antes, el equipo había cerrado serie en Minnesota y ahora debía presentarse de inmediato contra Orioles. La falta de descanso parecía la historia central del día.
Esa narrativa se rompió cuando Max Fried caminó hacia el montículo. El zurdo transformó un escenario adverso en una exhibición de autoridad. Trabajó siete entradas, ponchó a 13 y permitió apenas tres sencillos. Con rectas que no perdieron filo, cambios agresivos y una curva que bajaba con violencia, Fried dejó en evidencia a la ofensiva local. Todos los titulares de Baltimore se poncharon al menos una vez, excepto Gunnar Henderson.
El dominio se expresó en tramos concretos. Retiró a 12 b