En junio de 1995, una carta dirigida a The New York Times y The Washington Post, los dos diarios más importantes de Estados Unidos, cambió el rumbo de uno de los casos policiales que mayor atención recibió durante la última parte del siglo XX.
La carta la había enviado un misterioso remitente , que firmaba como “F.C” y allí anunciaba que dejaría de cometer atentados terroristas si su manifiesto sobre el peligro del desarrollo tecnológico era publicado por uno o por ambos diarios. Les daba 90 días de plazo para la publicación. Inmediatamente las autoridades lo identificaron como el Unabomber .
De ese modo, diecisiete años de terror activados por bombas enviadas por correo a universidades y aerolíneas entraban en una fase final al tiempo que el FBI y la opinión pública se enf