Hoy será día de recordación y simulación.
Eso es un simulacro, una simulación propiciada por un gobierno cuya “cultura” de la protección civil no puede lidiar con la realidad, pero finge cumplir una responsabilidad.
Una y otra vez se ha dicho: el único beneficio de la mal llamada “Protección civil!” debería ser preventivo: revisión constante de estructuras corrección de hábitos contra la seguridad, como los transportes peligrosos (¿recuerdan la pipa en Iztapalapa y sus muertos y quemados hace apenas una semana?); las deficientes instalaciones eléctricas (“diablitos”), los árboles aprisionados en el cemento cuya caída es inminente; el exceso constante en el aforo de los espectáculos públicos con todo y la riesgosa instalación de escenarios (¿se acuerdan del Parque Bicentenario?) y una lar