La tregua de 72 horas en Machu Picchu está a punto de finalizar este sábado, y las próximas horas son cruciales para resolver el conflicto social que afecta a la zona turística. Las protestas han surgido en torno a la gestión del servicio de transporte hacia la famosa ciudadela inca.

En Machupicchu Pueblo, los turistas se encuentran en una situación incierta. Muchos se han acercado a la boletería de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco para adquirir sus boletos de ingreso, pero los tickets presenciales ya se han agotado para este viernes. Esto ha llevado a algunos visitantes a expresar su frustración. "¿Qué nos queda? Solamente tenemos que aceptar lo que ellos indican, lo que nos proponen. He planificado el viaje hace mucho tiempo y se presentó la oportunidad de venir", comentó una turista.

Otro visitante manifestó su preocupación, esperando que la tregua se extienda. "Que busquen una solución, porque desde que pasó la noticia en este pueblo han pasado muchas horas y no dan una solución", declaró.

Las protestas comenzaron debido a que el servicio de autobuses debía ser administrado temporalmente por la empresa San Antonio de Torontoy, conformada por comunidades campesinas y que cuenta con una flota de 18 buses. Esta situación se produce tras la expiración de la concesión de Consettur, que operó durante 30 años en la carretera Hiram Bingham.

El Comité de Lucha de las Comunidades del Distrito de Machupicchu, que anunció la tregua, ha solicitado a las empresas Inca Rail y PeruRail, que operan el tren entre Machupicchu y Ollantaytambo, que retomen sus actividades. Además, han instado a reprogramar el "traslado progresivo" de buses hacia Machupicchu.

Con la tregua a punto de expirar, la incertidumbre persiste entre los turistas y los residentes de la zona, quienes esperan una pronta solución al conflicto.