El sistema de pulseras antimaltrato ha vuelto a quedar en entredicho tras un episodio insólito: un maltratador logró escaparse a la playa durante varias horas sin que se activara ninguna alerta. El caso, revelado por el magistrado Francisco Gutiérrez , pone de manifiesto fallos técnicos graves en los dispositivos de control telemático que deberían garantizar la protección de las víctimas de violencia de género .

Según el juez, el agresor se encontraba bajo vigilancia electrónica , pero el sistema no detectó su desplazamiento , ni emitió señales de proximidad ni riesgo. Este incidente se suma a una serie de irregularidades documentadas por el magistrado, que incluyen ubicaciones erróneas , desactivaciones voluntarias y alertas que no se activan cuando el agresor se ac

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