En un contexto internacional marcado por tensiones crecientes entre las principales potencias, disputas territoriales y una carrera armamentista, el Reino Unido ha lanzado el programa Fleet Solid Support (FSS) con el fin de modernizar su flota naval y garantizar que la Royal Navy — la fuerza naval — pueda mantener operaciones sostenidas en alta mar durante períodos prolongados, incluso en el caso extremo de una Tercera Guerra Mundial.
El proyecto incluye la construcción de tres buques FSS de última generación, capaces de transportar miles de toneladas de municiones, repuestos y víveres, con sistemas automatizados que permitirán abastecer rápidamente a portaaviones y unidades de combate. Con esta iniciativa, Londres busca reforzar su posición dentro de la OTAN y garantizar que sus po