El único recuerdo que Emerson Colindres tiene del día que dejó su Honduras natal es una mototaxi.
“Nos vinieron a traer a la casa, nos montamos y nos fuimos”, le cuenta este joven de 19 años a BBC Mundo.
El resto es una mezcla de conclusiones lógicas, los descubrimientos hechos con los años y la apropiación de relatos ajenos.
No es de extrañar. Tenía apenas 8 años cuando en 2014 partió para Estados Unidos con su madre, Ada Bell Baquedano Amador, y su hermana, Alison Analy, de cinco.
“Me imagino que nuestra mamá nos dijo que íbamos a buscar una vida mejor, pero la verdad es que no me acuerdo”, admite.
Ahora, tras haber crecido en Cincinnati, una ciudad mediana de Ohio en la que se quedaron sus sueños de graduarse en Psicología y jugar profesionalmente al fútbol, trata de reconstruir su