Desde que regresó a la Casa Blanca en enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emprendido una campaña contra los medios de comunicación que analistas consideran sin precedentes en la historia moderna del país. A través de demandas, amenazas regulatorias y presiones públicas, el mandatario parece buscar acallar voces críticas y consolidar un entorno mediático más favorable a su administración.

El episodio más reciente ocurrió esta semana, cuando tras un monólogo en el que el comediante ironizó sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk y cuestionó el uso político de su muerte . La medida, que desató protestas en las calles de Hollywood, fue celebrada efusivamente por Trump en su plataforma Truth Social: “Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje

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