El espejismo del pactado con una empresa se desvanece para muchos trabajadores al recibir su primera transferencia. Esa cifra, que sobre el papel parecía una cosa, se convierte en otra bien distinta al llegar a la cuenta bancaria. La explicación a este habitual rompecabezas reside en una serie de deducciones obligatorias que transforman el salario bruto en el salario neto, condicionando por completo la nómina a final de mes .
De hecho, la retención más compleja de anticipar es la que corresponde al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas ( ). Se trata de un impuesto progresivo, lo que quiere decir que su porcentaje aumenta conforme lo hace el sueldo. A mayores ingresos, mayor es la mordida. Pero no es el único factor, en su cálculo también influyen las circunstancias personales