Los usuarios del parque de los jesuitas se llevaron este viernes un buen susto cuando empezó a afearse el día debido ala tormenta y aparecieron las rachas de viento.
Eran las 19.15 horas cuando el vendaval derribó un árbol de grandes dimensiones entero cerca de una zona infantil. Testigos presenciales indican a la Crónica de Salamanca que «la gente salió corriendo al oír el ruido por si empezaban a caer más árboles y se nos caían encima».
Se trata de árboles de crecimiento rápido para rellenar o reemplazar otros ejemplares y, por consiguiente, con raíces cortas, de fuste muy aparente para dar el pego, pero poco resistentes, como ponen de manifiesto las inclemencias meteorológicas, por leves que sean.
Son enormes, como no hay poda pesan mucho y cuando aprieta el viento caen de una pieza