La historia de la fruticultura en la región se afianzó a partir del duro trabajo que desarrollaron los pioneros del Valle, muchos de los cuales llegaron de países europeos buscando nuevos horizontes.
“Hacienda Martínez” nace de la mano de españoles que vinieron a instalarse en Ingeniero Huergo y Godoy hace varias décadas atrás.
La propietaria de Hacienda Martínez, Yanina Martínez, recuerda hoy a sus bisabuelos a través de fotografías en los que aparecen con valijas gastadas, zapatos vencidos y los ojos llenos de esperanza. Era el primer paso de un gran legado frutícola que se mantiene y crece en la actualidad.
Esa labor constante en las chacras se mantuvo a través de las distintas generaciones hasta que “en el 2011 mi padre, Raúl Martínez, dio un paso muy significativo: repartió lo