La historia de Deivy Alemán Oropesa, un cubano que residía en Orlando bajo un proceso migratorio inconcluso, refleja la dura encrucijada que enfrentan miles de inmigrantes en Estados Unidos. Tras años de vivir bajo una orden de supervisión migratoria, Alemán decidió autodeportarse a Cuba el pasado 14 de septiembre para evitar una prolongada detención de ICE.
La decisión lo separó de su esposa, Yisel Miguel Sarduy, y de su hija menor, ciudadana estadounidense con una delicada condición cardíaca, que hoy clama por el regreso de su padre.
El pedido de reunificación familiar
Yisel Miguel a través de un video en redes sociales agradeció la ola de solidaridad que ha recibido desde que el caso se hizo público. Vecinos, amigos y miembros de la comunidad cubana en Florida han aportado alimentos,