La convivencia en las comunidades de vecinos no siempre es sencilla. Compartir un mismo espacio implica asumir normas básicas de respeto y cuidado, pero también afrontar pequeños roces que, en ocasiones, acaban generando conflictos inesperados. Desde el uso de las zonas comunes hasta el ruido o la limpieza, cualquier detalle puede convertirse en motivo de tensión.
Uno de los asuntos que más debate suscita en los portales y escaleras de vecinos es la presencia de mascotas . Aunque muchos propietarios procuran mantener la higiene y controlar a sus animales, otros descuidos como ladridos, suciedad o la orina en zonas comunes, suelen despertar quejas entre residentes.
En Teruel , esta realidad se ha puesto de manifiesto con un curioso episodio en una comunidad: los vecinos