La mentira puede ser una poderosa arma de guerra, y Rusia, especialmente desde que Vladímir Putin llegó al poder hace 25 años, es especialista en utilizar su maquinaria de propaganda para negar la evidencia y atacar discursivamente a su adversario como estrategia de defensa, y lo ha vuelto a hacer ahora a raíz de las acusaciones de que sus drones y aviones de combate han violado el espacio aéreo de diferentes países de la OTAN . El cinismo se ha convertido en un elemento destacado en la política contemporánea rusa y especialmente en el Kremlin, bajo el régimen de Putin. Las autoridades y organismos rusos dominan el arte del descaro y la desvergüenza a la hora de mentir y negar constantemente hechos ampliamente documentados, como ha sido el caso de la invasión del espacio aéreo

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