La diplomacia española atraviesa su peor momento en décadas , según advierten analistas, diplomáticos y medios internacionales. Bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, España ha pasado de ser un socio fiable en el contexto occidental a convertirse en un actor errático , criticado por sus propios aliados y cada vez más dependiente de regímenes autoritarios como Marruecos, Venezuela o China .

Los medios internacionales más influyentes — The Times, Le Monde, Politico o Frankfurter Allgemeine Zeitung — han señalado abiertamente el deterioro del papel exterior de España. Algunos editoriales han sido contundentes: “Los españoles se merecen algo mejor” .

Rechazo a los compromisos con la OTAN y fricciones con Estados Unidos

Durante la última cumbre de la OTAN en La Haya , mientras los países aliados se comprometían a alcanzar el 5% del PIB en gasto militar ante las amenazas híbridas y cibernéticas, España fue el único Estado miembro que mostró reticencias públicamente . Aunque Sánchez firmó el acuerdo, luego se desdijo ante los medios asegurando que sólo se alcanzará el 2%.

Esta actitud ha causado malestar en la administración Trump , que ha señalado directamente a España como un "problema" dentro de la alianza. Como consecuencia, Estados Unidos ha excluido a España de las conversaciones clave sobre el conflicto en Ucrania , debilitando el peso estratégico español en Europa.

Aproximación a China y escándalo por el contrato con Huawei

Pedro Sánchez ha estrechado lazos con el régimen chino , realizando su tercera visita oficial a Pekín desde 2018. Más allá del gesto diplomático, el Ministerio del Interior adjudicó a Huawei —empresa vetada en múltiples países por riesgos de seguridad— un contrato de más de 12 millones de euros para gestionar escuchas judiciales .

Este acuerdo ha generado inquietud en Bruselas , y el Congreso de EE. UU. ha abierto una investigación sobre el posible acceso de China a datos sensibles en territorio europeo, con España como epicentro de la controversia.

Choques con Israel y apoyo a Hamás

La diplomacia con Israel está prácticamente rota . Sánchez ha arremetido repetidamente contra el gobierno hebreo por su actuación en Gaza, alentando incluso protestas propalestinas que obligaron a cancelar una etapa de la Vuelta Ciclista a España.

El ministro israelí Gideon Saar ha acusado a Sánchez de ser un "mentiroso" y "antisemita". Mientras tanto, Hamás ha celebrado públicamente las medidas adoptadas por el Ejecutivo español , lo que ha generado estupor en la comunidad internacional. La intención del Gobierno de excluir a Israel de competiciones deportivas ha sido duramente criticada por organismos europeos.

Zapatero y Maduro: alianza bajo sospecha

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en el interlocutor privilegiado del chavismo ante Europa. Su relación estrecha con Nicolás Maduro , acusado por EE. UU. de liderar el Cártel de los Soles , ha sido una fuente de tensión creciente.

Estados Unidos ha amenazado con retirar el visado diplomático a Zapatero , mientras España ha quedado marginada de las conversaciones internacionales sobre la lucha contra el narcotráfico en el Caribe .

Cesión al chantaje marroquí

La relación con Marruecos es probablemente el caso más paradigmático de la política de concesiones del Gobierno de Sánchez. Desde 2018, Rabat ha recibido un trato preferencial sin contraprestaciones visibles, pese a los continuos saltos masivos de inmigrantes ilegales en Ceuta y Melilla .

La entrega más grave se produjo en 2022, cuando Sánchez remitió una carta personal al rey Mohamed VI apoyando la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental , rompiendo con 40 años de posición histórica de neutralidad y provocando malestar entre los socios de coalición.

Crisis con Argentina: del insulto al silencio

La crisis diplomática con Argentina estalló tras unas declaraciones del ministro Óscar Puente insinuando que el presidente Javier Milei consumía drogas. El conflicto se agravó cuando el presidente argentino calificó de "corrupta" a Begoña Gómez , esposa de Sánchez, actualmente investigada por cinco delitos de corrupción.

Aunque las aguas han bajado en los últimos meses, la imagen institucional de España quedó profundamente dañada , especialmente en América Latina.

Argelia, comercio bloqueado y gas en riesgo

La carta de Sánchez al rey de Marruecos provocó la retirada inmediata del embajador argelino y la suspensión del tratado de amistad con España . Durante meses, el comercio bilateral quedó paralizado y el suministro de gas se redujo drásticamente .

Aunque la relación diplomática se ha restablecido parcialmente, Argelia mantiene su veto a las exportaciones españolas , y la confianza en España como socio energético fiable sigue muy deteriorada.

Italia, despreciada por ideología

El Ejecutivo de Sánchez ha cargado públicamente contra el Gobierno de Giorgia Meloni , tildándolo de “fascista” y “extrema derecha”. Estas declaraciones han tensado las relaciones bilaterales con un socio fundamental en Europa.

Desde Roma han respondido con firmeza: “En España gobiernan los secesionistas” , afirmó el ministro italiano Antonio Tajani, señalando la contradicción entre el discurso del Gobierno español y sus pactos con fuerzas independentistas.

Rebelión diplomática interna

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) —que representa al 75% de la carrera diplomática— ha criticado públicamente la deriva exterior del Gobierno, especialmente tras los acuerdos con Junts que implicaban la amnistía a líderes independentistas .

La respuesta del ministro Albares fue puramente política: una purga silenciosa y remodelación interna del cuerpo diplomático , premiando a los afines y marginando a los críticos.

Lejos de fortalecer el papel de España en el mundo, la política exterior del Gobierno de Pedro Sánchez ha dañado gravemente nuestra credibilidad internacional , aislando a nuestro país de sus socios naturales y alineándolo con regímenes poco fiables .

Con aliados molestos, adversarios envalentonados y un cuerpo diplomático desmotivado, España pierde relevancia global justo cuando más falta hace una política exterior firme, coherente y estratégica .