Polonia y varios aliados de la OTAN han desplegado este sábado 20 de septiembre sus cazas de combate en respuesta a un nuevo ataque masivo de Rusia contra Ucrania , que ha golpeado el oeste del país, muy cerca de la frontera con la Unión Europea. En el ataque han muerto tres personas y se han registrado decenas de heridos. Las Fuerzas Armadas de Polonia han confirmado que no se han registrado violaciones de su espacio aéreo. Los misiles y drones de Rusia han sobrevolado cerca del territorio nacional, zona OTAN, lo que ha llevado a activar sistemas de defensa aérea y poner los radares en máxima capacidad. El viernes dos cazas rusos sobrevolaron una plataforma petrolera de Polonia en el mar Báltico y tres MiG-31 invadieron el espacio aéreo de Estonia .

El ataque nocturno se considera uno de los más intensos desde el inicio de la guerra: Rusia ha lanzado 579 drones, 32 misiles de crucero y ocho misiles balísticos, dirigidos principalmente a regiones estratégicas como Lviv y Volinia . Los impactos han provocado daños significativos en infraestructuras energéticas, cortes de electricidad masivos y han afectado a instalaciones logísticas clave.

La escalada de Rusia  coincide con un aumento de la tensión en el flanco oriental, con Polonia y los países bálticos, de la OTAN. El pasado viernes, tres cazas rusos MiG-31 violaron el espacio aéreo de Estonia durante 12 minutos, lo que ha obligado a la intervención de F-35 italianos con apoyo de aviones suecos y finlandeses. Tallín ha invocado consultas del Artículo 4 en la sede de la Alianza, un mecanismo que permite a los países miembros discutir cualquier amenaza a su seguridad sin recurrir directamente al Artículo 5 de defensa colectiva.

La OTAN ha reforzado la vigilancia aérea y los despliegues de sus fuerzas en Polonia, los países bálticos y el Mar Negro, conscientes de que cada ataque ruso podría poner en riesgo no solo a Ucrania, sino también a sus aliados más cercanos. Según fuentes militares, los cazas polacos y aliados realizaron patrullas de reacción rápida para interceptar cualquier proyectil que se aproximara a su espacio aéreo, mientras se coordina el despliegue de sistemas de misiles tierra-aire y radares de largo alcance.

En Kiev, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski ha calificado los bombardeos de «terror, no necesidad» denunciando que los ataques buscan minar la moral de la población civil y destruir infraestructura crítica antes de la llegada del invierno. Ucrania ha intensificado sus solicitudes de apoyo militar a Occidente, incluyendo sistemas de defensa aérea avanzados, radares de alerta temprana y cazas F-16, considerados esenciales para proteger a la población y mantener la integridad territorial frente a los bombardeos continuos.

El ataque también ha puesto en evidencia la estrategia rusa: combina misiles de largo alcance , drones de ataque y bombarderos estratégicos, Moscú presiona no solo a Ucrania, sino también indirectamente a la OTAN. Analistas militares señalan que el flanco oriental de la Alianza se encuentra en un punto crítico: un solo dron, misil o avión podría desencadenar un enfrentamiento directo entre Rusia y los aliados, lo que elevaría drásticamente el riesgo de una escalada militar regional o incluso global.

La ofensiva rusa aumenta la presión sobre Estados Unidos y los países europeos para enviar armamento avanzado y asistencia militar adicional a Ucrania, mientras los líderes occidentales intentan evitar que la guerra se extienda más allá del territorio ucraniano. Alemania , Francia y Polonia han reiterado su compromiso con la seguridad de la frontera oriental de la OTAN, al tiempo que destacan la necesidad de mantener un equilibrio que evite un conflicto directo con Moscú.