Rusia relanzó el festival de Intervisión, un concurso musical que promueve los “valores tradicionales” y las tecnologías ultramodernas creado en la época para competir con Eurovisión y sus valores occidentales, tildados de “decadentes”.
El concurso, que nació en la época soviética y fue reinstaurado en febrero por orden del presidente ruso Vladimir Putin, comenzó en el Live Arena cerca de Moscú con la canción “Al alba”, interpretada por los rusos Dima Bilan, ganador de Eurovisión en 2008, y Polina Gagarina, segunda clasificada de Eurovisión en 2015.
“Estamos en los albores de una nueva era”, se entusiasmaron los comentaristas de la cadena pública rusa Piervy Kanal, principal organizadora.
Cada uno de los países participantes fue presentado por una silueta gigante en traje tradicional ba