Inaugura su temporada el camaleónico Espacio Garaje Lola con un díptico marinero en dos partes constituido por representativos fragmentos de dos zarzuelas: «Marina» y «La tabernera del puerto», bien que la primera, en la revisión de su autor con destino al Teatro Real, sea realmente una ópera. Lo que no importa demasiado en este caso en el que solamente se pudieron escuchar retazos. De la primera las dos arias de «Marina», la salida de Jorge, un par de intervenciones de Roque, y un trío. De la segunda los dúos de Marola con su padre y con Leandro, las romanzas de ella y de Juan de Eguía.
Música evocadora y acogedora servida puntual y flexiblemente desde el piano por ese buen fraseador que es Ramón Grau, que se entendió muy bien con los cantantes. Ruth Terán, una habitual en estas aventura