Poner banderas de Palestina en los centros educativos es hacer política. Es politizar la educación. Algunos y algunas dirigentes políticos autonómicos así lo prescriben. Y así lo imponen a sus institutos y escuelas.

Una afirmación de este calado sólo puede deberse a la ignorancia o a sus intereses ocultos. Vamos por partes.

Poner banderas es hacer política. Ordenar quitarlas, también. Cualquier decisión o propuesta en temas públicos es política. Las diferencias el objetivo explícito u oculto de cada una. La auténtica política es una tarea hermosa que trata de resolver problemas de las personas, de la sociedad. Y esta es la política que hemos de reivindicar. No la política pequeña, sucia, interesada en desviar la atención de lo sustancial para proteger quién sabe qué (aunque “quien” se lo

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