Barcelona Esta semana se ha materializado una sacudida en el PP catalán, con cambios en las direcciones de dos de las cuatro provincias catalanas: Tarragona y Gerona , dos demarcaciones que la dirección estatal y el propio partido en Catalunya detectaban que hacían falta relevos urgentes por razones diferentes. Pero estos cambios, en particular los de Tarragona, han hecho rememorar viejas guerras que implicaron a la nueva líder, Maria Mercè Martorell, y al actual presidente del partido en Catalunya, Alejandro Fernández –que queda más debilitado por la estructura–. En concreto, es significativa la pérdida del concejal salouense que hasta ahora era presidente, Mario García, de la máxima confianza de Fernández y que hizo campaña por él cuando muy pocos lo hicieron en el pulso con Alberto N
El PP catalán reabre viejas guerras y debilita a Alejandro Fernández

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