El Stadio Artemio Franchi presagiaba una tarde tranquila para la Fiorentina, pero nadie contaba con la velocidad de Jayden Addai, con 20 años recién cumplidos, autor del gol que marcó la diferencia . Juventud, divino tesoro.
En la banca del Como, Cesc Fábregas tejía una de esas victorias planeadas con inteligencia . El partido se jugó como la Viola quería: con dominio, ímpetu y con el premio de un gol tempranero. Rolando Mandragora, esa bisagra entre el músculo y la visión en el medio campo toscano, cazó un rebote al borde del área en el minuto 6 y con un zurdazo raso perforó la red de Semper. Explosión en las gradas. 1-0. La tarde prometía otra postal de victoria para la bella Florencia.
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Pero el Como, qu