La ciencia y la medicina avanzan a un ritmo vertiginoso , desde algoritmos capaces de detectar melanomas con más precisión que el ojo humano hasta sistemas predictivos que anticipan riesgos cardíacos o herramientas que automatizan tareas clínicas que antes requerían horas de trabajo. Las posibilidades son enormes, y cada año aparecen nuevas técnicas, tratamientos y herramientas digitales que transforman la práctica médica y el mercado laboral. En este escenario, los profesionales de la salud no solo deben estar actualizados , sino anticiparse a lo que marcará el rumbo de la profesión. “ El profesional que se mantiene en formación continua no solo está más preparado, también es más útil para el mercado laboral y para sus pacientes ”, explica Beatriz Nespereira, doctora en
“Lo que hoy no existe, mañana será una técnica puntera: la formación continua es necesaria para estar preparado”

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