No son pocas las preseleccionadas que, de alguna forma u otra, sufrieron la dana en primera persona. Amparo Lorente lo hace, o hacía en el CEIP Vil·la Romana , a dos calles del Poyo. «La directora dijo que, nada más comer, se fuera todo el mundo a casa. Yo recuerdo el aire que hacía, la sensación de «no tiene buena pinta. Me fui a casa lo más rápido que pude, pendiente del móvil y de que todo el mundo estuviera en casa. Perdimos toda la primera planta y en lo que quedaba nos convertimos en centro logístico para repartir ayuda. Hay que mirar adelante. En septiembre estrenamos cole». «Estrenamos» porque, con 29 años, ella sí que es profesora de Infantil consolidada . «sí: soy funcionaria de carrera. Ya pasé por mis interinidades, por marcharme dos años a Cataluña para hacer puntos,
Profesora en uno de los colegios más afectados por la dana

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